jueves, 17 de agosto de 2017

Viñetas 2017: Una crónica

De vuelta de Coruña, donde esta semana pasada el Viñetas desde o Atlántico arrancaba (según las bibliotecas y libreros) con mucha fuerza. El evento, ya con 20 ediciones a sus espaldas, reunía a autores de lo más variado, entre los cuales repetía el ilustrador Dave McKean. McKean había estado con anterioridad, así que supongo que la gastronomía galaica (y también el buen hacer de Miguelanxo Prado) ayudaron a que volviese.

"Una pequeña cola para las firmas del viernes"

Llegué el viernes al mediodía, con el tiempo justo para saludar a la gente de las Bibliotecas y a Manel Cráneo que, sorprendentemente, se encontraba "ocioso" y sin excesiva cantidad de gente intentando conversar con él. Al rato, él, junto a Santiago Paredes, presentaban "Tattoo", primera obra de este último, un tebeo mudo con muchas influencias del underground y el rock con animales antropomórficos enfundados en cuero.

A la tarde, y sorprendido ante las colas que se formaban delante del Kiosko Alfonso, se opta por ir al Palexco. El edificio sería un segundo hogar para las firmas, y resultó simpático encontrarse a gente como Natacha Bustos o Cameron Stewart con tan poca afluencia de gente como para entablar conversación si se quisiese. Aprovechando la situación, me llevé el primer número de "Motor Crush" firmado por el canadiense, teniendo en mi haber dos primeros números de sus obras garabateadas.

El sábado llegaron a la ciudad herculina The Brañas (papá e hija) y al que en la actualidad conoceremos como el Inquietante Robachipirones. Formando cola para las firmas, David Braña llevó el nuevo "Torpedo" (no, Chiquito de la Calzada no se dedica al cómic), mientras que servidor se decantó por "La Guillotina", primera entrega de "La cólera de Fantomas". Una vez dentro del Kiosko, y tras esperar turno, Julie Rocheleau (la artista del cómic) sacó su arsenal de trabajo y, muy centrada ella, comenzó a utilizar tinta china, plumillas y rotuladores con punta de pincel para inmortalizar su firma. Con escasas palabras ("¿Cómo te llamas?" en inglés y despedida), la autora tiene un estilo interesantísimo que no debéis dejar escapar. Si tenéis opción de pasaros por las exposiciones (abiertas hasta septiembre), echadle el ojo.

"Firmas francesas"

Entre la gente merodeando durante las firmas pudimos ver a Ricardo Esteban, editor de Dibbuks, y a alguien que estaba deseoso de conseguir el segundo número de Androide Paranoide. Óscar, mente pensante detrás de Celuloide Paranoide, al fin se hizo con el ejemplar al encontrarse con nosotros. A la entrega del ejemplar siguió una amena charla acerca de festivales, novedades, cortometrajes y curiosidades y, viendo la reseña que le ha dedicado al número, parece que la publicación sigue gustando.

Tras firmas y charlas, llegó el momento de la comida, donde el Inquietante Adolfo llevó su tenedor hacia los chipirones que Braña y servidor habíamos pedido para nosotros. Tras ello, el Inquietante partió de vuelta al lugar donde pasaba sus vacaciones, riéndose por el hecho de haber cometido una fechoría culinaria, saliendo indemne por ello.

"Imagen con homenaje al Batman 66"

A la tarde, aprovechando el tiempo, se pudo ver algunas exposiciones más, consiguiendo así el catálogo del Viñetas, que este año requería reunir cuños para llevártelo. Supongo que el ayuntamiento de A Coruña está concienciado con la salud y ve que el público mayoritario del evento necesitamos una "operación bikini" urgente, así que tras desplazarse por cada exposición, el objetivo estaba conseguido. Hablaría también de las heridas en los pies, tirones o agujetas, pero todavía estoy recuperándome de eso. A las 6:30, Cameron Stewart iniciaría una charla, moderada por Carlos "A pasalo bomba!" Portela, donde se repasarían las diversas etapas del autor. Hubo tiempo para "Batgirl" (lectura recomendada), la secuela de "El club de la lucha", su "Sin Título", su colaboración con Grant Morrison o Darwin Cooke, o la reciente "Motor Crush". Entre sus declaraciones destacaría la importancia hacia el trabajo e ideas originales, desarrolladas de manera independiente. A la pregunta que le hicieron acerca de volver a trabajar en el género superheróico, Stewart contestó que lo haría en caso de que su casa corriese peligro y no tuviese dinero para seguir viviendo en ella. De nuevo, y sin sorpresa para los que conocemos un poco estas historias, una llamada de atención a las grandes y sus técnicas para apropiarse de tus creaciones sin que tú veas beneficios. Mención especial a la traductora, que hizo un trabajo bastante digno reproduciendo lo que el canadiense decía. Aquel que no entendiese inglés podía respirar tranquilo, ya que no hubo grandes omisiones o cambios de sentidos en las declaraciones al cambiar de idioma.

Y poco más. Resumiendo: firmas, compras, reencuentros, toparme con gente del Curtas, algunos Androide Paranoide vendidos en un evento al que he visto crecer. O tal vez "un evento que me ha visto crecer".  


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